EL PIRINEO SE ESTREMECE. El temporal que rompe contra las costas cantábricas golpea también el corazón del Pirineo. Las olas provocadas por las tormentas del golfo de Vizcaya generan una señal sísmica que puede ser detectada desde lejos. El sismómetro del proyecto Geodyn ubicado en el laboratorio Subterráneo de Canfranc así lo registra, «con valores, claro está, muy pequeños»,matiza Jordi Díaz Cusí, geofísico del Instituto de Ciencias de la Tierra Jaume Almera, del CSIC (ICTJA-CSIC).
Durante la pasada semana, «hemos podido observar variaciones significativas en la amplitud de la señal sísmica», indica. Esto se aprecia en la gráfica como «una variación del grosor de las oscilaciones registradas». Al comparar con los mapas de altura de ola prevista proporcionados por Puertos del Estado, «vemos una clara correlación entre los periodos con mayor amplitud de la señal y los días con mayor oleaje en el Cantábrico (colores rojos y negros en los mapas)». Estos periodos se corresponden con el paso de las ciclogénesis explosivas Nadja y Petra. «El oleaje provocado por estas fuertes borrascas produce vibraciones en la tierra que pueden registrarse a distancias lejanas, como es el caso de Canfranc», asegura.