Investigadores de varios países europeos impulsan la instalación de un acelerador de partículas aprovechando el viejo túnel transfronterizo de Canfranc.
Investigadores de varios países se reunieron a finales de la semana pasada en Canfranc (Huesca) para analizar la viabilidad de instalar allí, en las entrañas del Pirineo, un acelerador de partículas que permita, por ejemplo, experimentar con diferentes tipos de neutrinos. Sería similar al existente en Gran Sasso (Italia), pero de más avanzada tecnología.
En Canfranc ya existe desde hace años un laboratorio subterráneo de astrofísica. En 2006 se inauguró tras una profunda remodelación e instalación de equipamientos. Doce expertos trabajan allí para investigar la llamada “materia oscura” del cosmos. Este laboratorio aprovecha el viejo túnel abandonado de la línea ferroviaria transfronteriza de Canfranc. Los científicos trabajan en salas situadas a casi un kilómetros de profundidad, bajo el pirenaico Pico Tobazo. La montaña hace de “filtro” natural, crea un “silencio cósmico” que permite dar con partículas que llegan del Universo y que sí atraviesan la roca. Las partículas de la invisible “materia oscura” forman el 85% de la masa del Universo, pero no se sabe exactamente qué son.