La resistencia a los antimicrobianos es uno de los mayores riesgos que enfrenta la población mundial en las próximas décadas. Se estima que las infecciones causadas por patógenos resistentes a los antibióticos contribuyen a cerca de 5 millones de muertes al año en el mundo.
Los patógenos bacterianos tienen un amplio espectro de mecanismos de resistencia a las diferentes estrategias terapéuticas antimicrobianas, lo que hace que desarrollar nuevos antibacterianos sea muy complicado. Descubrir y entender nuevos mecanismos de resistencia a los antimicrobianos puede ayudar a generar estrategias para el descubrimiento de nuevos antibióticos. Hasta la fecha, no se ha estudiado nunca el efecto que tendrían entornos de baja radiación sobre la actividad de compuestos antimicrobianos.
La hipótesis de esta propuesta es que, en entornos de baja radiación, los mecanismos moleculares que los patógenos bacterianos han desarrollado para contrarrestar las agresiones de la radiación sería redundantes y esto podría afectar la actividad de los antibióticos, por lo que el objetivo es demostrar si antibióticos y moléculas antimicrobianas de uso común tendrían actividad diferencial contra diferentes patógenos en entornos de baja radiación comparado con su actividad en superficie.