Las instalaciones subterráneas, cerradas hace 3 años por un hundimiento, funcionarán de nuevo en septiembre tras ser reforzadas.
El laboratorio subterráneo de Canfranc retomará su actividad científica en septiembre, después de tres años cerrado por un desprendimiento en la galería principal. Lo hará con siete experimentos de carácter internacional que se centrarán principalmente en el estudio de la física de neutrinos y la búsqueda de la materia oscura del universo.
El rector de la Universidad de Zaragoza, Manuel López, acompañado por la consejera de Ciencia Tecnología y Universidad, Pilar Ventura, visitó ayer estas instalaciones dónde se firmó la cesión de la instalación científico-tecnológica singular (ICTS) por parte de la Universidad al consorcio encargado de su equipamiento y gestión hasta el año 2015 en el que participan el Ministerio de Ciencia e Innovación -que proporciona la mayor aportación-, el Departamento de Ciencia, Tecnología y Universidad, y la Universidad de Zaragoza.